"Se despide un genio"
Les recomiendo su lectura porque es verdaderamente conmovedor este corto
texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los
últimos tiempos.
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y
me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos
los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se
detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los
demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de
bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi
alma.
Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y
esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre
las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la
serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus
pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada
mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de
enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de
enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo
aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega
con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes,
los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de
la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de
subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con
su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene
atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia
abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he
podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré
muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera
la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y
rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que
esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un
abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que
esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus
palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera
que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no
asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las
cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me
gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la
última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy,
ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no
tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy
ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de
ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos
bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor",
"gracias" y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la
fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te
importan."
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
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